LA MUJER NS

Saludos Camaradas. Como todos bien sabemos las mujeres somos tan necesarias como los hombres en el movimiento. Por eso ni el machismo ni el feminismo tendrán lugar en nuestras filas. Ante todo debemos dejar muy claro que ser femenina no significa ser feminista. Nuestra espiritualidad viene en parte por la Raza, los valores de la Raza Aria están incrustados es nuestro ser. Las mujeres somos el futuro de nuestra Raza. En conjunto con los hombres debemos seguir luchando por el futuro de la Raza Blanca, por nuestra cultura, que día a día intentan arrebatar imponiéndonos las culturas de los invasores en vez de hacerse ellos a nosotros o vivir independientemente desarrollando sus propias culturas en su lugar de origen. Debemos luchar por nuestra identidad Europea, luchar por la familia, luchar por nuestra tierra y tradiciones.

Las Mujeres NS reclamamos el derecho a combatir por el bien del pueblo y de la revolución junto a los hombres. Ya que esto es un deber para toda persona, sea hombre o mujer. Ninguna mujer puede excusarse de no cumplir con el deber de luchar por nuestra Raza y Cultura, no hay excusa posible para no cumplir con los deberes hacía la madre Patria. Ya que es algo que vemos de cobardes y de gente sin razón. Y por supuesto jamás será perdonada la traición.

Las diferencias entre mujer y hombre existen. No son simplemente sociológicas o educativas como actualmente quieren hacernos ver y creer… Somos de una genética totalmente diferente, la cual produce una psicología totalmente distinta. No solo es la sexualidad. Si estas diferencias existen es porque la naturaleza así lo quiso. Nunca debemos compararnos como inferior o superior puesto que cada uno tiene su razón de ser y no podríamos existir el uno sin el otro. El peor error que pueda cometer una mujer es que la convenzan que debe ser como el hombre.

Para las mujeres NS el poder ser madres es el Don más bonito que nos ha dado la naturaleza, es la forma de elevarnos como personas otra forma es siendo útiles a la sociedad al igual que los hombres, ya sea mediante el trabajo o a cualquier tipo de contribución ética y social. Somos nosotros las que tendremos que cuidar de nuestros hijos, educarlos en el seno de una familia feliz. Esto no significa que tengamos que ser esclavas del hombre, en casa sin poder salir, pendiente de los hijos todo el día etc. Esta es tarea tanto del hombre como de la mujer, cuidar a los hijos. Ya que la idea de que el hombre pueda desentenderse de las responsabilidades diarias de los hijos a cambio de un trabajo, es propia de una mentalidad cómoda y burguesa.

Vivimos en tiempos de degeneración y olvido, en el que convencen a las mujeres (mayormente jóvenes, puesto que son más fáciles de manipular) que los hijos son una carga para que terminen abortando, asesinar a su hijo y puedan seguir adelante. ¿Cómo son capaces de mirarse al espejo y saber que han asesinado a su propio hijo? ¿Acaso no tienen remordimientos de conciencia? ¿No se dan asco así mismas después de lo ocurrido? Es algo que jamás lograré entender… Nos ofrecen todo tipo de métodos abortivos para asesinar a nuestros hijos, como si de una simple mosca se tratará (¿Quién no se ha intentado librarse de una de ellas cuando llevan una hora alrededor revoloteando?). Deberían comprender que se trata de una vida Humana, que ellas crecieron igual porque su madre no hizo nada por terminar con ellas. Muchas mujeres ponen excusas que lo hacen por no estropear su carrera ya bien sea en el trabajo o en los estudios. Otras por falta de dinero, o simplemente porque el bebe sería una “gran carga”. Así que deciden acabar con la vida de su hijo sin ningún tipo de miramiento. Nada es excusa suficiente para terminar con la vida de un inocente sin culpa ninguna.

Todas esas “mujeres” que abortan se les debería juzgar como cualquier asesino que mata por placer puesto que matan a un inocente por errores que ellas han cometido. Recordad que un mal no se puede reparar con otro mayor. Al mantener las relaciones sexuales saben muy bien a lo que se exponen… ¡Pero claro! Después llegan los sustos. Y un bebe por mucho que digan las feministas amargadas que sólo es un óvulo que ni siente ni padece, es una vida humana creciendo en el vientre de su madre, es lo más bonito y natural del mundo. Las mujeres Nacional Socialistas debemos cuidar a nuestros hijos como una loba a sus crías, protegerles por encima de todo. Nadie debería tener el derecho de terminar sin motivo alguno con la vida de un pobre niño que sólo espera el Amor de su madre al salir del vientre.

Desde mi punto de vista, en caso de que la mujer tenga un trabajo deberá ser compatible con las responsabilidades con la familia, es muy fácil dejar a los hijos con niñeras o con la abuela como actualmente sucede para poder llevar un ritmo de vida elevado y sin preocupaciones. Pero… ¿Ese niño que sentido de familia tendrá? Que es lo que pensará que forma una familia si sus padres nunca están con él y como actualmente se les da todo lo que piden solo por “quitárselo de encima”. ¿Qué educación podrá tener un niño que se pasa el día jugando a los videojuegos? Por eso las mujeres Nacional Socialistas pedimos… ¡¡No!! ¡Exigimos! tener horarios de trabajo compatibles para poder educar a nuestros hijos, para enseñarles que si quieren algo deben de luchar por ello, que no todo en la vida se lo van a dar en bandeja. Y esto no significa que seamos machistas como muchas feministas dirían, o inferiores al hombre. Las mujeres NS debemos sentirnos muy orgullosas de tener ese papel insustituible para la formación de nuestras futuras generaciones.

Me permito el lujo de poner como ejemplo a las Mujeres que durante el III Reich hicieron un programa de reconstrucción en el que primero se ocuparon de todas las madres que habían pasado grandes apuros durante la guerra y posguerra. Como consecuencia de todo eso se creó el Servicio de Maternidad del Reich. Las preparaban físico e intelectualmente, les hacían apreciar los grandes deberes que recaen sobre las mujeres al ser parte de una familia, las instruían para criar a sus hijos y estaban cualificadas para las tareas domésticas y económicas. Una de ellas claramente así lo dijo: «Todo el trabajo que nosotras realizamos por rutina, que en estos momentos es tan extenso que ya no podemos describirlo con detalle, es simplemente un medio para alcanzar un fin. Es la expresión de la determinación de las mujeres alemanas de ayudar a resolver los grandes problemas de nuestra época. Un espíritu de camaradería nos anima a todas y nuestra lealtad a nuestra nación guía todos nuestros esfuerzos» (Gertrud Scholtz-Klink; jefa de la organización de mujeres Nacional Socialista). Ellas son hoy en día dignas de Admiración y Respeto por parte de todos nosotros, son un ejemplo a seguir por todas las mujeres que luchamos cada día por nuestra identidad.

Actualmente y por desgracia algunas mujeres no saben ni cuidar de si mismas ¡Cómo para cuidar de una familia entera! No saben ni como hacer las tareas de una casa. Únicamente se preocupan de ir vestidas a la moda, de que es lo q se pondrán el sábado para ligar con el primero chico que se les cruce y les guste, en vez de preocuparse como nosotras, las mujeres Nacional Socialistas, en tener algo más de Cultura, en nuestra identidad racial, cada día más destruida por la degeneración de esta “sociedad”. No se preocupan ni les importa que estén destruyendo nuestro amado legado que es esta tierra, en la que nuestros antepasados lucharon, mataron y murieron por ella. Y mucho menos por su elevación personal, creen que “salir de marcha” es decir, beber y drogarse durante toda la noche, es a todo lo que pueden aspirar. En fin… ¡Sólo son simples borregos de la sociedad!

Las mujeres NS debemos luchar contra toda la degradación que actualmente soporta la mujer. Ponen como ejemplo de vida la televisión (tele$ión), dicen que las mujeres tenemos que ser como las modelos para poder triunfar en la vida, sino… No eres nada. Lo repiten y nos lo meten por los ojos hasta la saciedad. A causa de esto, muchas niñas de corta edad se joden el resto de su vida metiéndose en enfermedades como la anorexia y la bulimia, sólo por alcanzar lo que tanto nos reclaman “La Perfección física”. Las mujeres Nacional Socialista despreciamos esa «belleza física» implantada por el capitalismo. La feminidad es el aprecio por un cuerpo sano y armonioso en sus formas, concorde con un espíritu fuerte y sensible, está totalmente opuesto al mundo de la moda y al manejo de la belleza como objeto erótico.

Las que realmente vemos las cosas somos las que tenemos obligación de intentar hacérselas ver a las demás, hacerles entender que si las razas existen, es por algo. Que deben mantenerla al igual que la cultura como tesoros o riqueza humana. Tenemos que luchar todos juntos porque esto cambie y algún día lo conseguiremos, podemos morir y quedarnos en el intento, sí. Pero otro continuara nuestra lucha, y al final venceremos.

Nunca lo olvideis; Meine Ehre Heißt Treue

articulo sacado de libre opinion.com

Manifiesto femenino Nacionalsocialista


El hombre y la mujer son personas en tanto que respetan su propia identidad natural, racial, psicológica y espiritual. Por tanto, la mujer NS se siente absolutamente satisfecha tanto de su raza como de su ser femenino, buscando su realización y elevación como persona en el desarrollo de su feminidad en particular y en el del conjunto de la raza en general.
No se puede ser femenina, no se puede ser consecuente como mujer, sino se es consecuente como persona. Todo aquello que atente a la posibilidad de desarrollo personal de la mujer NS es contrario a la feminidad. Así mismo todo pretendido “derecho” u acto que atente a la feminidad es contrario a la persona humana.

La expresión espiritual y caracteriológica previa de la mujer NS viene dada por su raza, de forma que los valores de la raza aria están incrustados tanto en el ser interno psicológico del varón como de la mujer, de forma que su concepción básica del mundo, sus valores fundamentales, son idénticos. Por ello, la concepción de la feminidad y el respeto que para ella exigimos son presupuestos propios de nuestra Raza, que deben ser apoyados por un Estado NS.
Las diferencias mujer – hombre no son mero producto de las condiciones sociológicas o educativas (como no lo son ninguna diferencia natural entre los hombres) sino en buena parte producto de una constitución genética diferente, que produce una psicología diferente. Las diferencias entre hombre y mujer no se reducen en absoluto a los órganos sexuales sino que se basan fundamentalmente también en diferencias psíquicas. Estas diferencias no son estructuralmente de carácter general (como en el caso de las razas humanas) sino restringidas a un ámbito relacionado con la estructura sexual y sus repercusiones psíquicas y físicas, dentro de la misma raza.

A esta diferenciación básica corresponde una legislación, un compromiso social, una función, diferenciada dentro del principio anti-igualitarista y de aprecio de la personalidad que sustenta el Nacional Socialismo en todos los campos.
Las diferencias hombre – mujer dentro de una misma raza, no están en la escala inferior – superior, sino en una diferente concepción de cada cualidad humana, lo que da la diversidad de personalidades que enriquecen nuestra raza, de personalidad a ambos sexos, fomentando la polaridad sexual no solo en el campo físico sino psicológico. Esta polaridad sexual caracteriológica tiene su plenitud y realización final en el medio matrimonio – familia.
Así pues, estas diferencias no solo existen sino que son deseables como reflejo de la naturaleza y actúan en pro del desarrollo de la propia mujer o varón.

La procreación es el camino natural por excelencia que tiene la mujer para elevarse como persona dentro del amor, encontrar un camino de realización creativo en pro del pueblo. Pero la procreación no es el fin exclusivo de la mujer, sino en tanto que deseada con amor y orientada a la elevación personal, y nunca castradora de un desarrollo completo de la mujer. Es función del Estado Nacional Socialista crear el ambiente y medios precisos para que la mujer pueda completar su maternidad y las responsabilidades que ello contrae con las actividades humanas elevadoras como el Arte, Cultura, etc.
Así mismo, la procreación no es una competencia exclusiva de la mujer sino que está compartida con el hombre. La idea de que el hombre puede desentenderse de las responsabilidades diarias de los hijos a cambio de un trabajo remunerado es propia de la mentalidad cómoda, mercantilista y burguesa actual.

Aparecen como productos del espíritu burgués y hedonista actual la propaganda contra las familias numerosas, la vida familiar sencilla, la vida campesina, etc. Se produce en el mundo moderno una identificación entre libertad y falta de responsabilidades, creyendo que una vida vacía, improductiva, hedonista basada en la búsqueda del placer personal, es la meta de la persona humana. Por ello, el tener hijos, su cuidado, su educación plena ética y espiritual, se ven desde esta óptica burguesa, como una responsabilidad – carga agobiante.
La mujer Nacionalsocialista reclama su derecho a poseer una familia numerosa con el apoyo decidido del Estado en el plano económico y ético, dentro de una política de apoyo al campesinado y la vida en un medio natural.
El trabajo remunerado es una obligación ética de servicio a cambio del cual se reciben los bienes necesarios para el mantenimiento de la familia o persona. El trabajo tal como se ejercita en la sociedad industrializada actual no es ni un placer ni una forma de elevación personal.

El trabajo de uno de los miembros de la familia debe estar suficientemente remunerado como para poder satisfacer las necesidades de esta familia, fomentando así el Estado que el otro miembro pueda ocuparse de funciones más elevadas como son la educación de los hijos, fomento del arte y cultura familiar, acciones socialistas en pro de la comunidad, etc.
La mujer Nacionalsocialista reclama como un honor el derecho a ocuparse de esta actividad no remunerada, en pro de la comunidad, estando acorde, además, con su disposición natural para la cría y educación de los hijos.
El trabajo remunerado debe dejar de verse como la máxima ilusión de la mujer, visión propia del materialismo actual que identifica la utilidad económica con lo deseable, cuando no, en la mayoría de los casos, provocada por una necesidad económica imperiosa ante la insuficiencia del sueldo familiar en las clases obreras debido a la ausencia de un apoyo estatal. El Estado Nacional Socialista dará prioridad de trabajo a aquellas familias que no dispongan de medios frente al trabajo de dos miembros de una misma familia.

En el caso de que la mujer desee o precise trabajar, el Estado Nacional Socialista fomentará y exigirá que las condiciones de dicho trabajo sean compatibles con las responsabilidades familiares.
Nuestra revolución nacionalsocialista tiene como una de sus metas la liberación de la mujer de las cadenas agobiantes de las fábricas, de los trabajos incompatibles con su psicología femenina o el cuidado de sus hijos. Ello no supone una infravaloración de la mujer sino precisamente una valoración positiva del papel insustituible de la mujer para la formación de las futuras generaciones del pueblo.
La mujer Nacionalsocialista reclama el derecho a ser atendida médicamente de forma gratuita, obligatoria ypreventiva antes del matrimonio, de forma que se intente detectar cualquier tara o enfermedad en cualquiera de los cónyuges que pudiera afectar a la posible descendencia. Reclama la atención eugenésica de la ciencia médica en una línea ética en pro de la Raza.

La mujer Nacionalsocialista reclama el derecho del sexo a ser considerado como una facultad ligada al amor y la reproducción del pueblo, una facultad creadora y positiva, de forma que todo acto o tendencia que atente contra esta alta consideración del sexo sea considerada como un atentado contra la dignidad de la persona y castigada por el Estado en la forma más severa dado que atenta contra la existencia misma del pueblo.
Por ello reclama el derecho a eliminar de la vida del pueblo las taras sexuales, aberraciones, etc, ya sea recluyéndolos como enfermos o castigándolos como elementos corruptores, eliminar la pornografía, comercio del sexo, etc. en todas sus facetas e intensidades como una corrupción capitalista contra la sexualidad.
La mujer Nacionalsocialista condena los sistemas individualistas y antisocialistas que hacen del hombre único dueño del sueldo de su trabajo. Todo lo que pertenece a cada uno de los componentes de una familia es propiedad de la familia en conjunto, sea cual sea su procedencia. Ninguno de los miembros familiares puede tener bienes individuales.

El miembro de la familia que trabaje remuneradamente no es pues dueño de su sueldo sino en tanto copartícipe de la economía familiar y su destino.
La mujer Nacionalsocialista condena la visión burguesa de una mujer reducida a ser sierva de la casa, infraculturizada. Creemos totalmente que el mejor medio para unir su propia formación como persona a la práctica del arte, cultura, deporte, el cuidado y formación de la familia y su participación en la lucha por el pueblo es el Estado Nacionalsocialista, que haga suyas estas exigencias y las apoye.
La mujer Nacionalsocialista desprecia el mercado de la “belleza física” implantado por el capitalismo gracias a la “moda”. La feminidad, el aprecio por un cuerpo sano y armonioso en sus formas, concorde con un espíritu fuerte y sensible, está totalmente opuesto al mundo de la moda, al manejo de la belleza como objeto erótico y al mercado de los cosméticos. Por ello la revolución nacionalsocialista acabará con el sistema corrompido actual del ocio y moda.

La mujer Nacionalsocialista considera insultante para su personalidad el feminismo actual, que aborrece la personalidad femenina y solo acepta un pseudo marxismo machista, cuajado de aberraciones sexistas y neuróticas. Todo este movimiento feminista es obra de una campaña sionista contra nuestra cultura.
Una de las diferencias naturales físicas entre varón y mujer es la mayor envergadura muscular del hombre. Esta superior fuerza está al servicio del trabajo y la defensa de la comunidad pero nunca debe ser excusa omotivación para una dominación por la fuerza, una tiranía de brutalidad, del miedo, dentro del matrimonio, tal como sucede a menudo en la corrompida sociedad actual, acentuando el problema la incultura y el alcoholismo.
La mujer Nacionalsocialista reconoce el derecho de los hijos a tener una familia, por lo que reconoce la necesidad de que la reproducción y el amor se sublimen dentro de una institución civil matrimonial que garantice esta familia a los hijos.

La mujer se siente orgullosa de trabajar junto al hombre de nuestra raza en pro de la construcción de un mundo mejor. A igualdad de trabajo reclamamos igual renumeración. El decidido apoyo del Estado a la mujer casada y con hijos que precise trabajar debe reflejarse en unas condiciones de trabajo y horario compatibles con la familia, siendo estas ventajas a cargo de toda la comunidad.
El matrimonio y la familia no es en absoluto el único camino de superación de la mujer, aunque sí el que el Estado apoyará más decididamente en razón de su interés racial. La mujer soltera disfruta de todas las responsabilidades de desarrollo de la persona humana en igualdad total de respeto y promoción que el hombre.
La mujer Nacionalsocialista reclama el derecho a que el matrimonio y la formación de una familia sea un acto investido de la máxima seriedad, debido tanto en la propia importancia de la institución familiar como en su influencia en la educación de los hijos. Así pues el Estado se debe hacer partícipe en la defensa de la estabilidad familiar. Por tanto se exigirá para el matrimonio un mínimo de garantías de estabilidad, así como el compromiso jurado de los cónyuges a mantener esta estabilidad. Caso de que el matrimonio no pudiese o supiese mantener este compromiso será responsable ante el Estado de sus actos, pudiendo pedirse responsabilidades al cónyuge que manifiestamente sea culpable de atentar contra la familia (casos de malos tratos, infidelidad, actitudes criminales, etc.).

La mujer Nacionalsocialista reclama el derecho a la libertad personal, por lo que en modo alguno el matrimonio implica una subordinación personal, legal o mental de la mujer, aunque si una responsabilidad.
La mujer Nacionalsocialista reclama el derecho a combatir por el bien del pueblo y de la revolución en tanto esto es un deber de toda persona. Así pues puede ocupar cualquier cargo dentro del movimiento nacionalsocialista y mantener sus propias organizaciones en el movimiento, que hagan posible la compatibilidad entre feminidad y lucha política.

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